Ayuda a descartar la presencia de enfermedades de la tiroides, además, este estudio ofrece al profesional de la salud (médico general, endocrinólogo) una forma de valorar el tratamiento del paciente y la evolución de la enfermedad.
En concreto, se basa en la medición de cuatro hormonas:
Triyodotironina (T3): desempeña papel importante en el control del metabolismo; por ejemplo, regula el consumo de oxígeno, la degradación de grasas o la formación de músculos.
Tiroxina (T4): la tiroides secreta en mayor proporción esta hormona para que se distribuya por todo el organismo y los tejidos la conviertan principalmente en T3 por acción de una enzima especial (5’-desyodasa). Sus funciones son idénticas a las ya mencionadas, aunque es menos potente que T3.
T3 reversa (rT3): es la forma inactiva de las hormonas tiroideas, que normalmente se genera en los tejidos (por acción de la 5’-desyodasa) cuando hay aumento del metabolismo basal (valor normal de energía necesaria para que las células subsistan), con el fin de disminuirlo. Dicha sustancia es de desecho y no tiene beneficio para el organismo.
T4 libre: es hormona tiroxina (T4) que se ha liberado de aquellas proteínas que le permiten viajar hacia los distintos tejidos del cuerpo (por encontrarse libre, también llega a ser eliminada, por ejemplo, por los riñones); es la única que puede ser aprovechada para transformarse en T3 y cumplir sus funciones.
Parte importante de la prueba de perfil tiroideo es el análisis de la hormona estimulante de la tiroides (TSH), la cual es producida por la glándula pituitaria que tiene el tamaño de un chícharo y está ubicada en la base del cerebro. Cantidades insuficientes de hormonas tiroideas (hipotiroidismo) causan que la glándula pituitaria segregue más TSH para estimular a la tiroides a que incremente su producción hormonal, no obstante, si la glándula pituitaria funciona incorrectamente, también es posible que produzca cantidades insuficientes de TSH y ocasione hipotiroidismo. En cambio, si la glándula tiroides produce cantidades excesivas de hormonas tiroideas (hipertiroidismo), la pituitaria produce menos TSH con la intención de reducir su producción. Quien se pregunta para qué sirve la prueba del perfil tiroideo debe saber que también es útil para dar seguimiento a pacientes con hipertiroidismo e hipotiroidismo diagnosticado, así como para vigilar la actividad de las glándulas hipófisis e hipotálamo (localizadas en la base del cráneo), ya que alteraciones en éstas pueden afectar a las hormonas tiroideas.
El perfíl ginecológico hormonal consiste en tomar una muestra de sangre para estudiar las principales hormonas que intervienen en el funcionamiento de los ovarios.
Sirve para ver muchas cosas, es un examen de rutina que mandan los ginecologos para ver si existen desajustes hormonales en la mujer. Se suele solicitar en casos en los que no se consigue un embarazo, en el momento de entrar en la menopausia, si una mujer sube o baja has mucho de peso y en casos de dolores menstruales importantes. Consiste unicamente en tomar una muestra de sangre.
Aunque los niveles de PSA por sí solos no ofrecen información suficiente para que los médicos puedan distinguir entre las condiciones benignas de la próstata y el cáncer, el médico tomará en cuenta el resultado de este análisis para decidir si debe investigar más signos de cáncer de la próstata.
Este examen sólo permite la sospecha de una condición que afecta la próstata, para el diagnóstico definitivo de cáncer se debe realizar una biopsia. Siempre hable con su médico acerca de los resultados del examen del PSA. Su médico realizará una historia clínica que incluye los resultados del examen del antígeno prostático, la edad, raza, medicamentos que esté tomando y muchos otros factores para decidir si éste es normal y si necesita hacerse más exámenes. Los hombres mayores por lo general tienen niveles de PSA ligeramente más altos que los hombres más jóvenes. El nivel del PSA que se considera normal en el hombre promedio va de 0 a 4 nanogramos por mililitro (ng/ml). Un nivel de PSA de 4 a 10 ng/ml es considerado ligeramente elevado; los niveles entre 10 y 20 ng/ml se consideran moderadamente elevados; y cualquier nivel arriba de eso se considera altamente elevado. Sin embargo, también se debe considerar la edad ya que esta concentración puede variar.
Los marcadores tumorales son sustancias, generalmente proteínas, aunque recientemente se ha visto que también pueden ser genes alterados u otras sustancias, que cuando se detectan en el organismo de una persona en cantidades superiores a las habituales pueden hacer pensar en la existencia de un cierto tipo de cáncer.
Pueden encontrarse en la sangre, la orina, otros fluidos corporales o en el propio tumor. Actualmente se conocen numerosos marcadores tumorales, algunos asociados a un tipo concreto de cáncer y otros que pueden estar presentes indistintamente en diferentes tipos de cáncer. La identificación de los marcadores tumorales se puede realizar mediante análisis de sangre u orina, o bien tras la realización de una biopsia analizando la muestra del tumor. No obstante, no son necesariamente una evidencia suficiente para determinar la existencia de un cáncer, ya que pueden ser producidos tanto por células normales como por células cancerosas y algunas enfermedades no cancerosas pueden originar un incremento anómalo de los niveles de ciertos marcadores tumorales. La identificación de los marcadores tumorales puede tener diversas utilidades. La primera de ellas, aunque la menos frecuente, es la detección precoz de un cáncer, como es el caso del PSA en relación al cáncer de próstata. Sin embargo, el uso más habitual se da en el estudio, seguimiento y tratamiento de los pacientes por cáncer. En algunos casos los marcadores tumorales permiten identificar en qué parte del organismo se ha iniciado el proceso canceroso. Asimismo, tienen utilidad en cuanto al pronóstico del desarrollo de la enfermedad, en el sentido de si el cáncer es más o menos agresivo.
El cultivo del exudado faríngeo o frotis faríngeo se realiza utilizando un hisopo especial para detectar la presencia de estreptococo gropo A, que es la causa más común de la faringitis estreptocócicca.
Una muestra tomada de la pared posterior de la garganta se coloca en un plato especial (cultivo) que permite el crecimiento de las bacterias. El tipo específico de infección se determina utilizando análisis químicos. Si no hay crecimiento de bacterias, el cultivo es negativo y la persona no tiene una infección estreptocócicca. La faringitis estreptocóccica es una infección bacteriana que afecta la parte posterior de la garganta y las amígdalas, que se inflaman e irritan, lo cual provoca dolor de garganta particularmente molesto al tragar. Es posible que la garganta y las amígdalas presenten manchas o una capa de color amarillo y, quizás, los ganglios linfáticos del cuello estén inflamados.
El frotis vaginal es una prueba tan sencilla como fundamental para adelantarse al diagnóstico de una posible infección viral o bacteriana en los órganos reproductores femeninos.
Esta prueba la realiza el ginecólogo. En la vagina se inserta, ayudado por una fuente de luz, un hisopo de algodón a una profundidad de unos cinco centímetros para recoger las secreciones y someterlas a análisis. También puede recomendar realizar un frotis cervical, prueba necesaria para detectar las infecciones por Chlamydia o Mycoplasma. Prueba para detectar también la infección por virus del papiloma humano (VPH).
El exudado vaginal es remitido al laboratorio para el diagnóstico de vaginitis, una inflamación de la vagina, y vaginosis, una alteración del equilibrio de la flora vaginal sin inflamación. La infección vaginal es frecuentemente la causa de molestias en la mujer adulta y los síntomas de vaginitis son los síntomas de índole ginecológico que con más frecuencia ven ginecólogos y médicos de atención primaria. La vaginosis bacteriana es la causa más frecuente de consulta de la mujer por síntomas vaginales (40 - 50 %), seguida por candidiasis (20 - 25 %), y trichomoniasis (15 - 20 %). La causa de vaginitis/vaginosis no puede determinarse sólo sobre la base de los síntomas clínicos o el examen físico. Para realizar el diagnóstico correcto se requiere la evaluación microscópica del exudado vaginal. Los métodos de cultivo son menos útiles para el diagnóstico de algunas entidades vaginales.
El cultivo de las secreciones de heridas es un análisis que permite detectar gérmenes, como bacterias, hongos o virus, en una herida abierta o en un absceso.
Las caídas, mordeduras o quemaduras pueden dejar heridas abiertas, en las cuales la piel se ha cortado, perforado o rasgado. Otro tipo de herida abierta es la incisión de una cirugía. Las heridas se pueden infectar con gérmenes y esto provoca dolor, hinchazón, calor y enrojecimiento alrededor de la herida. La infección también puede llevar a la acumulación y secreción de pus (un líquido amarillento, de olor desagradable) en la herida. En el caso de abscesos bajo la piel, la muestra de secreciones se obtiene punzando la piel con una lanceta. Los cultivos de las secreciones de las heridas permiten saber qué tipo de germen está provocando la infección y ayudan a determinar cuál es el tratamiento más adecuado.
Pendiente